Los Servicios de Emergencias de Euskadi han hallado muerto este miércoles a montañero alavés Sinfo Lázaro, de 86 años de edad, desaparecido el pasado martes tras acudir al monte Gobea. Todo apunta a que se habría caído por una pendiente pronunciada.

El hallazgo se ha realizado a las 20.30 . Un hijo del desaparecida dio el aviso por la noche, porque su padre había ido al monte por la mañana, pero no había vuelto a su domicilio, en Vitoria-Gasteiz. Desde ese momento, recursos de Protección Ciudadana de la Ertzaintza y de emergencias comenzaron las labores de búsqueda de la persona. Tras las primeras indagaciones, una de las patrullas localizó el coche del varón desaparecido en el aparcamiento de las Canteras de Murua en el Gorbea. El vehículo de la persona fue localizado en el parking de las Canteras de Murua, en el municipio alavés de Zigoitia.

Técnicos de Atención de Emergencias del Gobierno Vasco han movilizado a recursos de montaña de la Unidad de Vigilancia y Rescate, un helicóptero y drones de la Ertzaintza, además de la Unidad Canina de la Ertzaintza y del Grupo del Perro de Salvamento de Euskadi. También participan en la búsqueda la sección de Miñones de Araba y efectivos de la Cruz Roja.

Sinfo, el montañero gasteiztarra

Sinfo fue un gasteiztarra para el que la montaña fue "un flechazo". Así se lo contaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA en una entrevista realizada aproximadamente cuatro meses antes de su fallecimiento. Se había criado en el monte, pues creció "en la Dehesa en Salamanca entre encinares y la naturaleza", pero solo comenzó a subirlos cuando tenía 56 años. Él mismo decía que cuando empezó la gente decía mucho "ahí va el viejo", pero eso no le desanimó en su nuevo amor. 30 años después, había conseguido realizar algunos hitos como encadenar varios dosmiles o lo que llamó "30 días locos" en los que subió 50 cimas. En total, subió más de 6.000 cimas en algo menos de 30 años.

Sinfo Lázaro posa en la escarpada Sierra de Cantabria, una de sus salidas favoritas DNA

Animaba a sus coetáneos a a salir al monte ya que "da vida" y mantuvo su convicción hasta el final, afirmando “prefiero morir con las botas puestas que en un hospital”.