Entre un manto ceniciento de niebla, la lluvia bailando claqué sobre los cuerpos, el frío abrazando la subida, un punto rojo abrió el cielo de Cotobello. En la cima asturiana se intensificó el color de la campeona de la Vuelta femenina, Demi Vollering, de regreso a su mejor pose.

Amplificada tras su exhibición en Las Lagunas de Neila, Cotobello certificó su dominio de la carrera. Vollering festejó su segunda Vuelta consecutiva después de someter a Marlen Reusser y Anna van der Breggen en la dura ascensión a la montaña asturiana, ocaso de la competición. Vollering, vencedora de dos Vueltas y un Tour, lanzó una sonrisa expansiva en la cima. De vuelta al trono.

Podio final de la carrera, con Reusser, Vollering y Van der Breggen. UCI

Se reivindicó la líder con una victoria sin mácula señalando el nombre de su equipo. Ese gesto tenía un gran simbolismo para Vollering, que salió de su anterior escuadra con la pena acuestas y el gesto doliente de una mala experiencia. Vollering, campeona de la Vuelta, esperó la llegada de sus nuevas compañeras y el abrazo retumbó por solidario y honesto.

"Estoy muy feliz de haber ganado esta carrera por segunda ocasión consecutiva. Quería la victoria en Cotobello. Decidí esperar lo máximo posible para lanzar mi ataque definitivo. Fue difícil aguantar tanto rato a rueda, pero estoy contenta de haber ganado como lo he hecho", dijo.

"Estoy muy orgullosa de lo conseguido con el equipo. Ha sido fantástico vernos ganar como lo hemos hecho. Mis compañeras hicieron un gran trabajo, desde el primer kilómetro hasta el último. Es un grupo muy majo, y muy motivado. Viví momentos difíciles al principio de la carrera, y se portaron fenomenal para apoyarme y mantenerme motivada. Esto nos ha unido mucho", apuntó Vollering, muy agradecida a sus compañeras.

Segunda Vuelta

Nada que ver con el atrezo y los buenos modales impostados. En el podio, a Vollering le rodearon dos excompañeras. La suiza Marlen Reusser, a 1:11, y Anna van der Breggen, a 1:16. La neerlandesa realizó tareas de directora cuando Vollering competía en el SD Worx. Van der Breggen regresó la presente campaña a las carreras y ambas se retan en las distancias cortas. Enemigas íntimas.

En la última montaña de la Vuelta, Vollering demostró su superioridad después de que se quedara a solas con sus rivales, Padeció Usoa Ostolaza, trompicada, a contrapié tras una caída antes de escalar la montaña asturiana. La zarauztarra del Laboral Kutxa, estupenda en Las Lagunas de Neila, finalizó la carrera en 12º posición tras padecer en Cotobello.

Lejos de la capacidad de intimidación de Vollering, que anunció un primer zarpazo que Van der Breggen y Reusser repelieron a duras penas, con más reflejos que fuerzas. Vollering aflojó un instante y se situó detrás, agazapada, a la espera, para fulminar la resistencia de ambas.

Felina, se impulsó con determinación antes de encarar las últimas rampas. Reusser y Van der Breggen tuvieron que renunciar, acurrucadas en la indefensión. Volaba la neerlandeesa hacia su trono. De regreso. La reina roja extiende su imperio.